¿Cuánto tiempo puede funcionar un país sin gobierno? ¿Y sin presidente? El Líbano parece el campo de experimentación perfecto para responder a estas cuestiones si el país no implosiona antes, claro está. El pasado mes de febrero, tras meses de riñas políticas e incontables rondas de negociaciones el país árabe finalmente se dotó de un nuevo primer ministro – el líder sunita Tammam Salam, elegido prácticamente de forma unanime por todas las fuerzas políticas – y de un nuevo gabinete. La primera tarea del nuevo gobierno de interés nacional fue emitir un esperado comunicado en el cual se reafirmaba en su responsabilidad de preservar la soberanía, la independencia y la integridad territorial del Líbano a través de todos los medios legítimos a su alcance, y afirmando el derecho de los ciudadanos libaneses a resistir a la ocupación israelí y a liberar a los territorios ocupados del país. . Esto permitió que el Parlamento les concediera un voto de confianza que garantiza la in
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